La semana pasada visite un bar que abrió sus puertas hace dos meses, llamado Filigrana. Pocos días después de la apertura ya visite el bar con mis compañeros del coworking. Estuvimos un poco decepcionados. Hace tres semanas volvimos. Esta vez era mejor. Hacía calor fuera, así que cogimos sitio dentro, pero justamente debajo de un aire invernal. Pero lo apagaron directamente después de haberlo pedido. Así que la semana pasada volví para darles otra oportunidad.
El bar tiene ocho mesas dentro y seis taburetes, arriba tienen seis mesas con sillas algo más confortable y fuera tienen otras siete mesas. Tienen WIFI, y puedes pedir la clave a los camareros.
Los trabajadores de Filigrana son buena gente y rápido en servir la bebida y tapas, pero toman su tiempo cuando quieres pagar. Una camarera me ignoraba totalmente y la otra seguí charlando con, supongo, un cliente fijo.
La música pop que se ponen está bien de volumen cuando hay gente, pero en un bar casi vacilo mejor bajarla un poco.
En la carta encuentras varias raciones y también puedes pedir unos bocadillos y además tienen tartas de postre.
Tiene 15 vinos diferentes que puedes pedir por copa. Dos de estos vinos tintos son de Granada y un blanco también.
Las tapas que me sirvieron eran carne en salsa curry y setas con jamón. La segunda era ya un poco frio. La primera tenía unos huesos inesperados en el primer trozo de carne, pero era de buena temperatura. Los huesos en el segundo y el tercer trozo eran obvios.
Me gusta la decoración del bar, pero creo que las tapas tienen posibilidades de mejorar.
Dirección: Plaza Isabel Católica 2
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