Como he dicho en mi penúltimo blog, hemos ido a la calle Angel Ganivet para descubrir las tapas allí. En este bar que lleva abierto desde 1992, nunca había estado antes. La Castellana es un bar con pinta antigua y con gente un poco más pijo y mayor. Este medio día toda la gente eran mayor a 40 años, menos una familia extranjera que estaba comiendo en el parte del restaurante.
En la página web o página de Facebook, encontré reseñas positiva sobre las camareros y el trato. Pues, puede ser porque yo tengo pinta quirie y no soy un regular, que me trataron diferente, pero yo no encontraba los camareros muy amables. Y tuve que esperar mucho tiempo para atraer la atención, aunque pasaron varios veces al lado de mi mesa.
Esta medio día había bastante gente a las 13h, pero 45 minutos más tarde ya no había nadie en la barra en pocas mesas dentro ocupado.
De primero pidió como siempre un tinto de verano con blanca. Este me resulto muy dulce, parecía mas a sangría, sin el extra alcohol. De tapa me pusieron una hamburguesita con pan integral y un pimentito verde .
De segunda pidió una coca cola. Me trajeron una botella de 350 ml. Que en realidad no era mal de precio, por la cantidad.
La tapa que venía con esa bebida era un arroz caldoso, con mucha alcachofa y muy poco pollo.
Las tapas tardaban bastante en venir y para mí no son las mejores que he comido en Granada. No son malas, pero tampoco muy ricas de sabor.
En La Castellana hay seis mesas dentro y siete taburetes en la barra. En el parte del restaurante hay otras siete mesas y fuera en la terraza hay ocho mesas.
Según el menú los precios de las productos dependen, según donde estas sentado. En la barra la IVA está incluido y en las mesas no. Supongo que en la terraza hay otros precios, pero esto no he investigado.
Hay también la posibilidad de Wifi, pero para mí no funcionaba bien.
El bar está abierto de 9 a media noche, más o menos todos los días del año. En algunos festivos están cerrado.
Dirección: Calle Ganivet 4
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